La erección de la estatua de Manuel Iradier y Bulfy se debió a la generosidad pecuniaria de Lázaro Ramírez Escudero, destacada personalidad vinculada al valle de Zuya y al municipio de Zigoitia; precisamente a la localidad de Ondátegui le legaría su "Fundación Escudero".
El 4 de julio de 1954, con motivo de cumplirse el centenario del nacimiento de Vicente Goicoechea se comprometía a financiar su estatua, que se colocaba un año después en Aramaiona. Dos días más tarde de la citada fecha, se celebraba también el centenario del nacimiento de Manuel Iradier. Ramírez Escudero aportaría igualmente el dinero necesario para costear la escultura del explorador. Un nuevo proyecto pretendía levantar una tercera en honor de Sebastián Iradier en su pueblo natal de Lanciego, pero ese monumento nunca llegó a ver la luz.
La inauguración de la estatua de Manuel Iradier tuvo lugar el 11 de agosto de 1956 al mediodía. Entre las personalidades asistentes figuraron su hijo, nietos y sobrinos, así como el director general de colonias, el donante del monumento y el escultor que la realizó, Lorenzo Ascasíbar Arana. Guillermo Montoya como representante del Consejo de Cultura pronunció un discurso en el que comparó su figura con la de San Francisco Javier.
La escultura conserva su primitivo lugar de emplazamiento, en el parque de La Florida.
Texto sacado de un artículo de José Vicente Arrizabalaga Loizaga para la GACETA MUNICIPAL DE VITORIA-GASTEIZ Nº 114 del 25 de septiembre de 1998.